La primera jornada del #BMWC400COMMUTERTOUR ha tenido lugar en Madrid. Convocamos a primera hora en la sede de BMW Ibérica, ubicada en la carretera de Burgos, a Francisco Javier Tuñón y Andrés Somolinos, los dos ganadores de la capital, quienes recibían instrucciones acerca del funcionamiento de los C 400 X y C 400 GT por parte del staff de Solo Moto antes de ponernos en marcha.
Primera parada: los emblemáticos rascacielos de Cuatro Torres Business Area, loa cuatro edificios más altos del país. Pero de camino ya podrían comenzar a vislumbrar las bondades de los C 400 a la hora de moverse entre coches.
Con las majestuosas torres de fondo, nuestros invitados nos empiezan a hacer comentarios sobre ambos modelos. A Andrés le ha empezado a enamorar el sistema Connected Ride de pantalla TFT de alto contraste, en la que se puede encontrar una enorme cantidad de información sobre el scooter y sobre los trayectos realizados, o bien optar por una versión más simplificada para no tener que pensar más que en controlar los C 400 X que ha podido conducir hasta ese momento: excesos de velocidad, por ejemplo.
Javier, por su parte, nos comenta que le gusta la posición de conducción del C 400 X que ha estado conduciendo hasta ese momento. El caso es que tanto los dos invitados como el staff decidimos ponernos de acuerdo de inmediato en que es buena hora para un desayunar un típico pincho de tortilla en una de las clásicas cafeterías de Madrid.
Tras el alto, nos dirigimos al Paseo de La Castellana, a Plaza de Castilla, a Colón, a Gran Vía… Nos movemos entre Chamartín y Salamanca, y pese a lo concurrido de un día laborable combinado con el regreso del turismo veraniego a la capital, los C se desenvuelven como pez en el agua en los pequeños o grandes atascos que nos vamos encontrando. Javier nos destaca que le gusta la manera de frenar y moverse entre coches, mientras que Andrés nos señala que acelera muy bien al arrancar desde los semáforos que cambian de color.
Pero no todo va a ser visitar el centro histórico de Madrid: nuestros invitados no quisieron desaprovechar la oportunidad de probar los C 400 fuera de la ciudad. Así pues, tras ir de nuevo a buscar las vías rápidas de circunvalación, nos desplazamos hacia El Pardo. Llega el momento del desahogo, y ambos deciden exprimir un poco el motor de los C en la revirada carretera, con muy buen asfalto, que lleva hasta la población en sí.
Momento de hacer un pequeño alto en el Cristo de El Pardo, que es como se conoce al convento construido entre los años 1638 y 1650 por orden expresa de Felipe III. Mientras Lluís Llurba, nuestro fotógrafo, se empeña en colocar ambos scooters en el ángulo que le convence para combinar con las vistas del convento, seguimos charlando con nuestros amigos.
Ambos destacan lo bien que se ha portado entre curvas cada uno de los dos modelos, que intercambiarán a la hora de regresar por las mismas carreteras, y poder comparar así sus respectivos comportamientos. La frenada también les ha convencido, y han llegado a apreciar el buen hacer del control de tracción sobre un par de puntos bañados por gravilla… ¡genial!
Volvemos a la ciudad. Hora de comer, y como en el #BMWC400COMMUTERTOUR queremos dar a conocer cosas típicas -que no tópicos- de cada una de las cuatro ciudades en los que tendrá lugar, toca buscar gastronomía representativa. Demasiado calor para pensar en cocido o asados, pero si de algo hay una infinita oferta en Madrid es de lugares donde tomar unas tapas o raciones excelentes.
Tras ese receso, toca una última sesión de vídeos y fotos, la que cierra la jornada, no sin antes completar un último trayecto hasta la sede de BMW, donde nuestros amigos devuelven sus scooters de mala gana… ¡Hubieran querido más!