El #BMWC400COMMUTERTOUR ha seguido adelante con destino a Málaga, ciudad que ha albergado la segunda etapa. A primera hora nos reunimos con el personal de Automotor Premium, cuyo personal nos recibía con muchas ganas de ayudarnos a la hora de organizar el evento. Unos minutos después llegaban Juan moreno y David Núñez, los afortunados participantes que resultaron ganadores de la acción.
Tras unos minutos de presentaciones, el staff de Automotor nos hacía entrega de unas unidades de C 400 X y C 400 GT con las que nos íbamos a mover por la capital a lo largo de toda jornada. Fotos de entrega de rigor tras pequeño briefing, y hora de ponernos en marcha hacia el frente marítimo de Málaga, con una luz radiante y un cielo azul intenso que nos anunciaban lo que es es el verano dell sur del Mediterráneo.
Así pues, comenzamos a cruzar Málaga por sus avenidas desde Ortega y Gasset 339, una de las dos sedes de Automotor en la capital. Nuestros invitados empiezan así a poder tomar contacto con los C 400. Juan, amante de los scooters clásicos, ha empezado el trayecto con el X y en los primeros semáforos ya nos dice que le gusta mucho la compacidad que muestra, y lo bien que callejea entre coches.
David lleva muchos kilómetros a cuesta con motos de corte trail, y empieza a valorar enseguida el confort de marcha del GT. El caso es que, de semáforo en semáforo, nos vamos acercando al frente litoral malagueño para hacer un alto en el Centro Pompidou, con su mítica construcción, El Cubo, un gran bloque multicolor junto al puerto que ejerce de bello reclamo para este centro cultural y que fue inaugurado en 2015. Paramos a colocar los C frente al mismo y, en apenas unos instantes, ¡la intensa luz del sol malagueño se esfuma bajo la bruma que nos invade desde el mar!
Que no cunda el pánico: es un banco de bruma marina que apenas duró unos minutos, muy habitual en las mañanas calurosas de la costa malagueña. Enseguida afloraron los colores de los C 400 junto a los de El Cubo. Mientras tanto, David y Juan intercambiaban impresiones. Y deciden que, al arrancar, intercambiarán los modelos para tener nociones claras de cuáles son sus diferencias de comportamiento y confort.
El sol vuelve a mandar mientras nos movemos por toda la zona portuaria. En esos momentos el tráfico es más denso, con lo que empezamos a pedir a nuestros invitados que se muevan despacio o realicen varias pasadas por algún punto concreto a baja velocidad para realizar tomas de foto y vídeo (han descubierto la cara B de las sesiones de pruebas, no solo consiste en circular con los flamantes C 400… ;).
Se trata de buscar el momento y las circunstancias adecuadas para cada toma, algo a veces complicado cuando hay mucha gente y muchos vehículos en movimiento alrededor nuestro. El caso es que ahí comprueban dee primera mano que son modelos que no desprenden calor desde sus motores hacia arriba, algo muy importante a la hora de callejear en verano por el sur.
Llegamos a un punto emblemático de la capital malagueña: La Farola. Un faro que se inauguró en 1817, en una época en la que sus inmediaciones no habían crecido aún a base de ganar terreno al mar, con lo que era de vital importancia para delimitar el litoral costero a la navegación. Hoy en día es un emblema que da inicio a un bellísimo paseo marítimo que se ha quedado con su nombre, La Farola.
Hora de movernos hacia las playas, estamos en la costa y los C 400 nos piden asomarnos a la playa. Seguimos disfrutando del confort de marcha y de la facilidad de los dos modelos para serpentear entre coches cuando el tráfico se detiene. llegamos a El Balneario, ubicado en los Baños del Carmen. Un restaurante con terrazas a la pie de la misma playa construido sobre un antiguo balneario marino que databa de principios del siglo XX.
A los C les sienta muy bien el sol malagueño, como podéis ver en las fotos que allí pudimos realizar… Juan nos comenta que él suele realizar trayectos urbanos a diario, y que la mayor compacidad del 400 y su pantalla, algo más escueta y baja, le gustan más para ello. David se ha enamorado del confort del GT y nos hace hincapié en la zona del asiento, con un respaldo lumbar muy confortable, y en la posibilidad de conducir dejando las piernas en muy distintas posiciones, lo que permite encontrar la postura ideal para cada uno y aguantar muchas horas de conducción sin que melle el cansancio.
Hora de alejarnos un poco del tráfico urbano, a sentir aceleraciones y recibir un poco de aire fresco, que hacer fotos en pleno verano con equipamiento es duro… Unos cuantos kilómetros por las circunvalaciones de Málaga para ver el aplomo a alta velocidad, y decidimos subir al mirador de Gibralfaro, ubicado justo al inicio del recinto del Parador y un poco antes del Castillo de Gibralfaro, y que ofrece unas impresionantes vistas de la ciudad y de todo su frente marítimo. Las curvas que preceden a la visita han servido para poner a prueba la parte ciclo y la aceleración de los C. David y Juan sonríen, está claro que les convencen…
Incluso han podido comprobar las bondades del ABS y del control de tracción en algún punto con asfalto más sucio o gastado. Hora de pensar en comer: habíamos planteado ir a uno de los restaurantes de la playa, pero Juan toma las riendas como anfitrión local y nos dice que nos va a sorprender. Llama a un buen amigo suyo, quien tiene un restaurante de esos que no están en primera línea de batalla por el turismo, sino que queda destinado a quienes ya lo conocen por haber ido de la mano de algún local. Nos desplazamos a la zona conocida como La Araña, donde Antonio Moreno, el dueño del restaurante, nos ofrece una mesa en su terraza-balcón sobre la playa y unas extraordinarias sardinas al espeto, como no podía ser de otro modo en Málaga, entre otras bondades de su mar.
Tras disfrutar de la comida, hora de volver a Automotor… Los C se mueven con gran estabilidad y con buen aplomo, pero siempre con una gran facilidad para cambiar de carril, algo que hacen mucho mejor que los megascooters de mayor tamaño, y con equivalente confort de marcha y protección aerodinámica, especialmente en el caso del GT. Unos cuantos kilómetros de autovía antes de llegar a la avenida del concesionario, que masan rápido.
Toca finalizar la jornada, entregar los C al staff y comentar qué nos ha gustado más y qué menos de ellos. Y la conclusión está clara: lo único que no ha sido de provecho durante todo el día ha sido la posibilidad de calentar puños y asiento… ;). Nos despedimos de Juan y David, con la sensación de haber encontrado dos buenos amigos en Málaga. Ahora el #BMWC400COMMUTERTOURtoma rumbo a Valencia, donde nos espera otra espectacular jornada con los C 400 y dos nuevos invitados. ¿Quiénes serán?