Llegamos al punto donde tenemos prevista la comida, en el restaurante l’Ermità, en el Santuari de Lurdes. ¡Que locura! Tabla de embutidos, quesos, paella de mar y montaña, chuletón de ternera, postre y café; a ver quién es el guapo que se sube ahora a la X-ADV. Menos mal que la sobremesa, hablando de motos, por supuesto, nos ha permitido bajar la comida lo suficiente como para afrontar el camino de regreso a las instalaciones de Honda en buenas condicones. Eso sí, lo que nos espera ahora ya es casi todo autovía, lo cual nos va a permitir probar el X-ADV en todas las condiciones posibles: carretera de montaña, pistas de tierra, nacional con curvas de radio amplio, conducción urbana y autovía.
A falta de los cerca de 100 kilómetros que nos esperan antes de llegar a Honda, podemos decir que el día ha sido casi perfecto. A excepción de un ratillo con lluvia, el tiempo nos ha acompañado y ni el calor ni las tormentas que amenazaban constantemente durante toda la jornada nos han estropeado esta experiencia.
Proxima parada, la meta. Llegaremos a Honda algo más tarde de lo previsto pero con un gran sabor de boca. La aventura está a punto de terminar en la Honda X-ADV Experience BCN.