Con alguna que otra lagaña todavía asomando de sus ojos, Alicia Viladomiu Puga, José Javier Pascual Martínez, Pau Cabezas Andrés y José Carlos Fernández Suárez se han encaminado sobre sus flamantes y limpísimas F 900 R y F 900 XR hacia la rampa de salida de esta nueva edición de la Rider500. A su lado, Lluís Morales y Xavi Blanch; sus escoltas y ángeles de la guarda en este viaje. Comienza la aventura de sus vidas: ¡¡la BMW Rider500!!

Previamente, revisión de pasaporte. 3, 2, 1… ¡¡Salimos!! Empieza su gran aventura de 500 kilómetros por la geografía del nordeste peninsular y el sur de Francia (la Catalunya norte).

¿No sabéis lo que es la Rider500? Por si todavía no la conocéis, os diremos que es la ‘hermana mediana’, si se nos permite la comparación, de la Rider1000; un evento motociclista no competitivo de 1.000 km (la Rider500 únicamente contempla la mitad) por carreteras abiertas al tráfico, cuyo objetivo no es otro que certificar el paso por los diferentes controles señalados por la organización.

El itinerario no está definido, por lo que cada participante puede escoger la carretera que considere más apropiada a sus características de conducción

¿La primera parada obligatoria para nuestros ‘test riders’ en esta BMW Rider500? Sant Hilari de Sacalm, en tierras gerundenses.

Los participantes en la Rider500 disponen de un tiempo máximo de 22 horas y a los que tengan el visado de todos los controles hasta la meta, se les entrega un pin único y numerado, que certifica haber completado el itinerario.

Seguro que Alicia, José Javier, Pau y José Carlos no tendrán ningún problema para completarla con éxito al manillar de las nuevas F 900 R y F 900 XR de BMW.

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